domingo, 25 de enero de 2015

UNA ODISEA EN TU CEIBO.


Una odisea en tu ceibo. 

Ahí estabas tú, 
con tu silueta desnuda 
al viento, con tus alas abiertas 
a punto de alzar el vuelo,
haciéndome la invitación, que 
me uniera pronto a tu juego.
Embriagado estaba el ambiente
de olores beatos y paganos,
de sabor a manjar en tu boca
y de miel dulce que provoca.
Sobre un campo minado 
de lujuria, estaba yo, 
casi a punto de comenzar 
mi odisea, de encumbrarme 
en el ceibo de tu cuerpo,
casi a punto de beber 
la savia y el perfume, 
que emergía de tus adentros.
Tu sonrisa me susurraba 
coqueta, me impulsaba 
a no detenerme en mi 
trayecto, rogabas cual si 
fuera una plegaria, que 
encontrara tu flor, y la regara.
Al rato nos hablamos sin 
usar palabras, de besos 
y las caricias hicimos nuestro 
dialecto, y en tu ceibo 
encumbrado desojé tus ramas,
con mi lengua y mis dientes, subí 
por tus cordilleras y montañas.
Barboteó el licor desde tu alma,
lo comencé a beber con mucha gana, 
y un eco agudo por el éxtasis 
rompió el silencio, y nos dejó
en el limbo, por culpa de 
nuestras mentes paganas.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor
Chile.

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