miércoles, 28 de enero de 2015



A esa vos etérea que traspasaba mis oídos
a esa música de delfines en el agua,
armoniosa serenata para mí creada
dulce vos que a mi alma consolaba.
Aleteo de mil mariposa, 
sobrevuelan este pecho adormecido,
alados ángeles afinando sus arpas
preparan un concierto amansando mis temores.
Del cielo la tarde no se a ido
y antes de cerrar sus ojos,
un ósculo deposita en mi mejilla,
una alondra me dedica su silbido
y en mi pecho tiernamente hace su nido.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

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