lunes, 26 de enero de 2015

NUNCA MÁS SONRÍO.


Nunca más sonrió.



Nadie mas la vio sonreír
una tela de dolor
opacó su rostro
y lo transformó.
Nadie mas platicó con ella
el dialogo que alguna vez tuvieron
desapareció, se esfumó.
Dicen que el otoño
su piel tersa y fresca arrugó,
que sus manos guardan la tierra
que un día ella escarbó,
buscando sin cesar a su amado
al truhán que la enamoró.
Hablan unos y cuchichean
otros se preguntan donde quedó
aquella muchacha tan bella
que un día conoció el amor.
Dicen las malas lenguas
que su amante la dejó
le prometió que volvería
pero jamás regresó.
Una botella fue su compañera
la noche su confidente
y en bares de mala muerte
ahogó sus penas en alcohol,
se olvidó que había una vida
se ocultó totalmente del sol,
y no permitió que nadie la viera llorar,
al que fue su más grande amor.




Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor.

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