sábado, 7 de febrero de 2015

MANOLÍTO, POR SIEMPRE, UN NIÑO.



Llovía muy fuerte y Manolito con su rostro pegado a la ventana
miraba como las gotas de lluvia se deslizaban por la ventana...
Debía ir al colegio pero las clases se había suspendido porque la 
escuela se goteaba por todos lados y así no podían hacer las clases. 
El agua hervía en una estufa vieja en la humilde casita donde habitaba 
él y su adorada abuelita.
_Manolito hijo, ven a desayunar, dijo doña Juanita, una anciana de casi 
80 años.
_Ya voy mamita respondió el niño. Se giró de inmediato y se dirigió donde 
estaba su abuela, la que le esperaba con una taza de café de trigo caliente 
y un pan tostado en el bracero. No tenían nada para ponerle al pan, pero 
eso al niño no le importaba ya que su felicidad era esta junto a su abuelita 
y vivir allí en una casita tan pobre de campo, pero donde existía muchísimo 
amor.

Manolito, había sido criado por su abuela la que siempre le contó una historia 
de su vida muy distinta a la realidad, ya que no soportaba que su niño se 
pusiera triste. Para él, su padre trabajaba de maquinista en un tren, y como 
era el único que sabia manejar esa maquina, no podía ir a verlo, tan solo 
le mandaba el dinero suficiente para que él jamás pasara hambre. Por eso 
el muchacho acostumbraba a salir de la casa por las tardes y subirse a la 
piedra más alta que encontraba y de donde lograba ver cuando el tren pasaba, 
 decía con ojitos cristalinos y casi a punto de llorar; 
"Papito cuando me vendrás a ver, papito, te quiero mucho mucho" 
y después de decir esas palabras, se bajaba de la piedra y corría como un ángel
al que le crecían alas y volaba  hasta su casa 
De su madre poco le contaban
ya que ni siquiera tenia un recuerdo, porque al darlo a luz 
ella había fallecido;  Fue su padre junto a su abuela quienes lo criaron, hasta 
que también el padre falleció cuando él tan solo tenía tres añítos.

Las clases seguían suspendidas y el niño no salía de casa por la lluvia. 
Día jueves, amaneció la abuela enferma y el niño sin saber que hacer le 
calentó agua para que bebiera al menos un poco de té, pero la anciana 
no tenia fuerzas ni siquiera para echarse un bocado a la boca.

_¡Mamita, levántate por favor!, no me gusta verte así acostada
le decía Manolito. 
Ni por más que el niño suplicaba a su abuela que se 
levantara ella no podía hacerlo porque no tenia fuerzas, con sus manos 
ásperas y arrugadas acariciaba al pequeño que no se separaba de su lado. 
Inclinado al borde de la cama vigilaba a su abuela como presintiendo 
algo malo, la anciana con muchísima ternura pasaba sus dedos por el 
cabello del niño y le decía que no llorara, al ver que su Manolito
era un mar de lagrimas, que él era un hombrecito 
valiente y que no debía tener miedo de nada.
Pasó la noche, y la anciana no durmió nada,  el niño, durmió muy poco
ya que no se despegó del lado de su abuela en toda la noche, 
y con la tos y por los ahogos que la anciana tenía, 
le fue casi imposible pegar un ojo.
De pronto la anciana con vos casi imperceptible habló al niño y le dijo: 

_Manolito, hijo, ¿puedes ir donde doña Flor a pedirle que venga?
dile que la necesito, ¡te lo ruego mi niño!
_Bueno mamita.-  respondió el niño que se alistó para salir de inmediato.

Doña Flor era la vecina más cercana que tenían, su casa
se encontraba distante mas de tres kilómetros, pero en el
campo, donde hay quebradas y cerros y además llueve sin
parar, el camino se hace aún más extenso...
El niño después de cerciorarse que su abuelita quedó bien tapada, 
cerró la puerta tras él y comenzó a correr desde ahí mismo. 
Subía  y bajaba cuestas, y mientras corría, lloraba y rogaba al cielo 
por su abuelita para que cuando él regresara estuviera mejor... 
Ya en casa de la señora Flor, golpeo y golpeo y nadie le abría, de
pronto sintió que el pestillo de la puerta se abría;  Apareció 
una mujer cincuentona con bastante maquillaje y 
una bata con flores rojas, verdes y azules,  muy llamativa.

_Que quieres niño.- preguntó.
_Soy Manolo, el nieto de la señora Juanita, ella me pidió que viniera 
donde usted porque se siente muy mal, desde ayer que no se levanta ni 
come nada. ¡Señora se lo ruego, valla a ver que tiene mi abuelita por favor!
Rogó el niño.
_Pasa niño, debo despedir a unas visitas y luego te acompaño
dijo la mujer, al ver la desesperada petición que le hacía el muchacho.

Hizo pasar al niño, el lugar apestaba a licor, en unas mesas 
habían unos vasos con resto de vino y unos hombres que casi
no se mantenían en pie. Uno de ellos le hizo una pregunta a la mujer la 
que le contestó sin darse cuenta no muy bajito, por eso el niño oyó 
lo que ella le contestó al hombre.

_Es el nieto de doña Juanita, la que vive detrás del cerro, al que se le murieron 
sus padres y ella tubo que criar.
Al rato llegó denuevo la mujer donde el niño, traía un pan con un trozo 
de cecina en su interior y le dijo.
_Cometelo niño, te ves hambriento.
Manolito le recibió el pan pero no se lo comió, lo guardó bajo su mantita 
la que estaba muy mojada, era la mantita de castilla que su abuelita 
le regalo en su cumpleaños, y la que él adoraba.
Pasadas casi dos horas de haber llegado a la casa de la mujer
esta le dijo
_¡Ya chiquillo, podemos irnos!, les acompañó uno de los hombres que 
estaban  allí,  el cual tenia una carreta que les serviría para esas subidas 
tan cansadoras.
Habían transcurrido mas de tres horas desde que salio de su
casa, horas que para el pequeño le resultaron eternas.
Cuando llegaron a la casa el niño bajó lo más a prisa que pudo
de la carreta y corrió hacia dentro;  Entró y se fue directo donde
se encontraba su abuelita.

_Ya mamita, aquí está doña Flor-  dijo el niño.

La mujer se acercó a la anciana, la que casi no hablaba, el niño
sujetando la mano de su abuela, no se separaba de ella... la
abuela le dijo a la mujer.

_Doña Flor, le encargo a mi Manolito, por favor no me lo deje
solo, usted sabe que es un buen niño, jamás da que hacer
es muy obediente y trabajador, no será una carga para usted
le servirá de ayuda en su negocio, si lo desea, además usted
y yo ya habíamos hablado de esto antes por si sucedía algo.

El niño se abrazó de su abuela, y le preguntó porque estaba diciendo eso, 
a lo que la anciana respondió.

_Hijo, yo estoy muy vieja y cansada, creo que debo descansar
un poco, tú te quedaras con la señora Flor, ella cuidara de ti
así como lo e hecho yo hasta ahora.

El niño interrumpió a la anciana y no la dejó seguir.

_¡No abuela! ¡Tú no me puedes dejar con nadie más, yo te quiero a ti!, 
a ti y solo a ti a mi lado para siempre, siempre estaremos juntos, 
nada nos separará.

Se abrazó de la anciana, llorando desconsoladamente, mientras
su abuela, le acariciaba el rostro; Entre tos y ahogos que tenía,
le dijo.

_Hijo, te amo mucho, eso tú lo sabes, eres el tesoro más grande que tiene
la abuela, y no quiero verte llorar más, quiero que seas feliz.
Yo, me tengo que marchar, la Juanita está vieja y debe descansar.

Besó la frente y el rostro del pequeño Manolito, mientras sus
viejas y arrugadas manos fueron soltando de a poco las pequeñas manos 
de su amado Manolito. 
El niño le suplicaba que no lo dejara, apretaba con más fuerzas 
el cuerpo de la anciana que ya había partido, con la intención de hacerla 
volver a abrir los ojos.

_ ¡No te duermas  mamita! ¡No te duermas!, prometo
desde hoy que nunca te desobedeceré, haré lo que me pidas sin rezongar, 
pero, ¡Por favor no te duermas! - 
apretó el cuerpo de la anciana,  pero esta ya había partido. 

La mujer y el hombre que estaban ahí,  trataron de hacer que se soltara de ella, 
pero los intentos fueron infructuosos. 
Sin poder lograr que el niño se despegara de su abuela, decidieron ir por ayuda. 
Al día siguiente llegaron con más vecinos y unos paramedicos que debían 
retirar el cuerpo de la anciana. Manolito, estaba allí, abrazando aún el cuerpo 
de su abuela que ya estaba tieso y muy frió. Entre varios lograron hacer  que se 
soltara de ella, y cuando lo hizo, mientras todos lo llamaban; 
Salio corriendo, convertido nuevamente en un ángel  que parecía volar, 
hecho un mar de lagrimas. Corrió y corrió hasta perderse  
en la espesura del bosque, donde nadie lo pudo encontrar.

Años más tarde...

¡MANOLO!  ¡MANOLO!... Ya es hora de que te entres, está comenzando a llover. 
(Le dijo un hombre vestido de blanco)
A Manolo le gustaba salir al patio en los días de lluvia y mientras sus lagrimas se 
confundían con el agua que caía del cielo, se subía a una piedra grande 
que había en el patio del hospital  y con su rostro empapado de llanto, 
siempre repetía lo mismo...

_¡PAPITO! ¡CUANDO VENDRÁS A VERME!
_¡ABUELITA!  ¡NO ME DEJES SOLITO!

Mónica.
Ruth Muñoz Rodriguez.
Derechos de autor.
Chile.

DE VUELTA AL VIENTRE Y SOLITARIA


Como paloma errabunda
surque mares y desiertos
en busca de buenas aguas y 
tierras donde aplacar mi tormento.
En mi búsqueda solo encontré
cansancio, sed y muchos tormentos,
no existían buenos pastos
donde posar mi raquítico cuerpo.
Sobraron los lamentos,
hastiada quedé un techo
donde posar cada vez que llovía
ni protegerme pude del tiempo.
Con alas rotas y uñas gastadas
volví al vientre que me dio las alas,
un áspid envenenó mi sangre
mucho duré buscando sanarme.
Espero la muerte, pero estoy en casa
rodeada de álamos guachos 
que también lloran de hambre.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

¿DONDE ESTÁ LA NOCHE PERFECTA?


¿Dónde está la noche perfecta?

¡ Donde se encontrará la noche
Esa que tanto he buscado!
¡Donde está que no la encuentro
Soy mujer y me he enamorado!

¡ Como espero las horas dulces
De estar con mi enamorado
Sentir el fuego de su cuerpo
Besarnos hasta quedar extasiados!

¡Donde estará la madrugada
De despertares arropada entre sus brazos,
De quemarme en las llamas de su mirada
De ser explorada por sus manos!

¡ Noche perfecta no me rehuyas!
Se por favor mi aliada,
Trae en brazos a mi amado
¡Mira... que lo estoy esperando!

¿Dónde está la noche que se demora?
¿Dónde está que tarda tanto?
¡Estoy desesperando, casi muero,
Deseo urgentemente...A mi amado!

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor
Chile.

HOMBRE DE PAPEL.


Hombre de papel.

Amé a un hombre de papel
Donde se escribió mi firma
Lo amé y lo adoré
Como a nadie en mi vida.

Este hombre de papel
Cruel artífice de lo que fue
Se quemó ante el fuego
De una, no sé quién

Una madrugada se fue para no volver
Dejando su huella marcada a sangre en mi piel
Gime la tierra al ver mi padecer
Lamentos de tristeza derrama ante mis pies.

El sol tímidamente se asoma
Por las empinadas lomas
Muere antes de su hora
Llora el cielo al verme sola.

Amé simplemente una hoja
Algo que iba a perecer
Deposité en él mi confianza
Y suplicios me hizo padecer

No fue a un hombre de carne y hueso
Del cual yo me enamoré
La carne tiene corazón
El papel, es...Solo papel.

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

NUNCA DEJES DE HABLARME (Reflexión para parejas)


NUNCA DEJES DE HABLARME.
(Reflexión para las parejas)

Mientras haya tiempo te pido que me hables, 
mientras el reloj no detenga su manecilla, te ruego, 
sigue hablándome. Dime lo que sea, te quiero oír 
siempre, quiero que mis oídos guarden tu vos, como 
hermosa melodía, y poderla escuchar, si es que me 
toca vivir, largas horas frías. Si mi piel se pone fea, 
aún así, ¡por favor háblame! si me notas distinta, 
háblame, si me ves muy callada, háblame, en todo 
momento, hazlo, ¡por favor amor! solo, hazlo.
Dijo la mujer a su marido después de volver del hospital,
después de escuchar la noticia que el médico le dio.
"Solo le quedaban, dos mese de vida"·Se tendría 
que separar del hombre con el que había compartido 
más de 30 años, al que le entregó su juventud y al 
que seguía amando como la primera vez, al padre 
de sus dos hijos, los que ya eran unos estudiantes 
universitarios y que por sus estudios, vivían fuera 
de la ciudad.
El hombre sin saber nada, menos que su esposa 
acababa de llegar del hospital, sin saber lo que 
le habían dicho; Se reía de su mujer, al escucharla 
repetir tantas veces, que no dejara de hablarle.
¡Pero mujer! respondió el hombre, ni que mi vos 
fuera tan dulce y melodiosa para que desees 
escucharla tanto.
Pasaron los días, y la mujer se sentía cada vez más 
y más decaída, pero se esforzaba porque su marido no
se diera cuenta de eso. Comenzó a maquillarse más 
a menudo, lo que antes solo hacía al salir de compras 
o cuando su marido la invitaba a cenar fuera de casa.
Tan notorio fue para su esposo esto, que comenzó 
a ponerse celoso, casi no le hablaba, y cuando lo 
hacía, solo era para reprocharle el derroche de maquillaje 
en su rostro, y de manera hiriente le decía... 
" Para que te arreglas tanto, si ya las arrugas
no se te van a borrar, ni tampoco te verás más hermosa,
la belleza está muy lejos de ti, se quedó en el pasado
hacen más de 20 años" Se reía y se burlaba de ella,
sin saber que la mujer que estaba frente a él, todo
lo estaba haciendo para no echarle una carga
anticipada sobre sus hombros, si descubría que a ella
le restaba un corto tiempo a su lado.
Fueron noches de dolor para la mujer, tanto física, como
psicológicas. 
La voz que tanto deseaba escuchar, casi no la oía, 
menos las caricias necesarias para aplacar el dolor
y prepararse para un adiós. Quien pudo o debía ser
un apoyo para ella en esos momentos, solo redobló 
su dolor, negándole lo que ella mas necesitaba,
que fue, escuchar su vos hasta sus últimos días 
Se cumplieron dos meses y cuatro días, de aquella 
visita al doctor. La mujer ya no pudo soportó más 
su enfermedad, y sola en una cocina, donde 
preparaba, la cena para su esposo, sin saber
que este sería el último plato de comida que prepararía
para él; Se desvaneció quedando inconsciente. 
Días antes había escrito una carta para su marido,
ya que poco y nada se hablaban, y como él salía
muy temprano de la casa a su trabajo, y regresaba
ya tarde cuando ella estaba acostada, no le quedaba
otra opción de hacerle saber todo lo que pasaba
por su cuerpo y su mente, y los deseos de su corazón,
de poder haber escuchado hasta sus últimos momentos
la voz de su gran amor.

La Carta....
Mi amor...Querido y amado esposo, siento que las cosas
no se hayan dado como las soñé y las imaginé, solo 
quiero que sepas, que siempre fuiste, eres, y serás 
el más grande amor de mi vida. Cuando era joven, 
me enamoré de esa belleza que tenías con tus 20 años, 
de tu voz, de tus manos, y de la manera como me trataste, 
y así seguí queriéndote y amándote no importando los 
cambios físicos que tuvieras, con arrugas o sin ellas, 
siempre te seguiría amando como al comienzo, porque
eres mi amor, y el padre de mis hijos.
Hace casi dos meses fui al doctor porque me sentía mal,
me dijo que solo me quedaban dos meses de vida...
¿Recuerdas cuando te pedí que nunca dejaras de hablarme?
¿Que sucediera lo que sucediera, nunca dejaras de hacerlo?
Amor, quizás no te gustó el cambio que viste en mi hace
algún tiempo, pero la respuesta es debido a lo mismo,
nunca quise que te molestarás, simplemente, mis ojeras
y mi palidez harían que te preocuparas y eso es lo que
yo menos quería.
Lo siento mi amor, pero ya casi no me queda tiempo, 
me debo marchar aunque no lo quiera, y te tendré que dejar
con el dolor de mi corazón, y sin haber escuchado hasta
el último momento, las vos más hermosa que jamás oí...
la tuya, mi vida, diciéndome que me querías.
Me despido con estas letras que te dejarán saber, lo
mucho que siempre te he amado, y espero que nos 
volvamos a reunir algún día en un lugar mejor... 
Tu esposa que que hasta el fin de sus días te amará.

Cuando regresó el marido a casa, encontró un hogar
oscuro y un olor insoportable a gas, se dirigió a la 
cocina, pues ahí solo había luz. Encontró a su mujer
tirada en el suelo, una comida ahumada, y la llama de
la cocina apagada porque la comida se había subido
de tanto hervir. Corrió donde estaba su mujer, se aferró
a ella, llorando porque no le respondía ni por más 
que le hablaba. Ya era demasiado tarde para regalarle
su vos, ella no podía oírle porque se había marchado
para siempre. 
De la cartera del vestido que ella llevaba puesto
se cayo una carta, él la tomó, y como decía su nombre,
la abrió y leyó lo que decía.

Muy tarde comprendió el pedido que su mujer le hizo
tiempo atrás, ya nada podía hacer ni remediar, tampoco
podía cumplir su último deseo... 
Se dio cuenta de que desperdició un tiempo valiosísimo, 
por pensar estupideces y no conocer bien a la mujer que
por más de 30 años estuvo con él , y la que como nadie, 
lo supo amar.
.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

EXILIADO EN MI CORAZÓN.


EXILIADO EN MI CORAZÓN.

No existe el día ni la noche, 
que no te piense, y si por 
cualquier motivo te quieres 
escapar, voy y te traigo 
así, insolente, no importando 
lo que diga la gente.

Eres pasajero frecuente 
en este mundo incierto 
que es mi mente, vas y vienes 
cuando te place hacerlo, 
aparecer y te escondes,
no sé por qué razón, quizás, 
tú tampoco lo entiendes.

Pero ahí estás, viéndome
desde un rincón, camuflado 
en mi ilusión, quieto, pero 
sin decir ni hacer nada,
solo mirándome, como 
lo has hecho siempre.

Me pregunto si algún día
pasarás de mi corazón
que es tu guarida, a un 
destierro consecuente, y de 
allí, al olvido inminente.

Pero...
mientras esto no suceda,
estarás revoloteando
por donde quieras, dando 
vueltas y más vueltas,
confundiéndote entre la gente.

No padecer mas, me lo e 
propuesto mil veces, pero, 
arraigado en mi piel vas
como un magneto, del cual 
no me puedo liberar.

Yo...
que aveces no deseo 
mirarte, trato de ser ciega, 
sorda he indolente, para 
no sentir que me haces falta, 
y que has acostumbrado 
a mi corazón a sentirte, 
a buscarte, y a mirarte 
cuando emerges de un exilio 
inconsecuente.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 

DESEOS.



DESEOS.
(poema fusionado)

Mónica-- No me mires de esa forma que no puedo resistir, siento ganas
de abrazarte y en un beso tuyo fundirme hasta morir...

Semántiko--- Te miro de esa forma por que en tus brazos quiero estar,
déjame poder a tu lado esta noche soñar, soñaré despierto por que tu
rostro quiero besar...

Mónica--- Si me pides eso, no aseguro lo que pueda pasar ya que siento
arder mi cuerpo y en tus brazos deseo volar.

Semántiko--- Hagamos que una luz tenue nos muestre el camino, hasta
el fresco de aquel aire matutino, ¿seremos apasionados, o solo es un
capricho divino?

Mónica--- Seré tuya si lo quieres, mi cuerpo te entregaré perderé toda
vergüenza, y mi alma te desnudaré.

Semántiko--- Convertiremos en rimas tu mágica sonrisa, yo seré el poeta
y tú serás mi musa y mi poesía.

Mónica--- Bajo una romántica luna serán mariposas mis manos, descubriré
los más íntimos rincones de tu cuerpo, esos, con los que siempre he soñado.

Semántiko--- Los textos hay que desecharlos, la tinta hay que hacerla a
un lado, dibujaré mis letras en tu cuerpo, ambos volaremos al mismo cielo.

Mónica--- Quiero inventar la manera de hacer que te aferres a mí
para que por siempre te quedes, y ya no quieras huir.

Semántiko--- Zarparemos a los místicos cielos de la fantasía, viajaré a
tu lado mi dulce niña, quiero ver tus ojos de cerca, así poder describir
tu mirada divina.

Mónica--- Como poder negarme a ese viaje sin igual,si estando tú a
mi lado, jamás dejaré de soñar, deja que sean mis labios los que
humedezcan tu piel, desde donde comienzan las ganas hasta el clímax,
y otra vez, recorrerte suavemente, muy juntitos, piel a piel.

Semántiko--- La piel solo de pensamientos obscuros, por que obscuros
son los instintos mudos, los que dan el fulgor necesario para volver a
nacer, tus manos convertidas en caricias deben ser.

Mónica--- Si supieras cuanto te amo y que ya sin ti no vivo, que te
has convertido en mi todo y ahora por ti yo vivo, si quieres que sean
mis manos las que recorran tu piel, será como lo deseas,
¡Solo te quiero tener!

Semántiko--- En la tierra de los pensamientos, en el valle de la imaginación, 
¿donde podemos estar, para que estemos juntos los dos?.

Mónica--- Quiero romper el silencio en esta oportunidad donde  solo
sean mis besos cómplices de este amor fatal ...

Semántiko--- Solo el reloj será testigo de nuestro destino, de cada paso
que damos los dos, a nuestros sueños infinitos. Dejaremos este encuentro
hasta donde quiera llegar, el destino ya no es nuestro, superaremos
este cariño inquieto, con ganas de nuestras vidas querer marcar.

Mónica--- Seremos náufragos de aquel delirio, de aquel mundo precioso y clandestino, 
solo corrompido por nosotros dos, y por nuestro afán de estar unidos.

Mónica, y Sem@ntiko Cazador de Versos.
Derechos reservados.
Abril 2013.

jueves, 5 de febrero de 2015

DOÑA CLEMENCIA Y DON JUAN (Poesía picara)

Doña Clemencia y don Juan.
(Poesía Picara)


Larga vida al señor dijo doña Clemencia
después de un buen acabon lánguida y como muerta,
muerta de cansancio está, pues llegó a la meta
de la mano de don Juan y al ritmo de su baqueta.

Entre los dos forman más de quince décadas,
pero hacen una buena conjunción, a los dos
le rechinan las crestas, pero siguen con su fragor.


Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

AÑORADOS ABRILES.


Añorados Abriles.

De abriles nostálgicos se está llenando mi tiempo,
la luz celeste de la mirada del cielo, 
se encamina rumbo norte, y yo, me quedo 
en el sur con sabor a poco.

De abriles que se difuminan poco a poco
se está opacando mi mirada, 
una torrencial llovizna amenaza 
con inundar mi rostro, creo 
que no lo podré evitar.

Ese algo que no podré recuperar
me taladra la mente y me hace volver atrás 
me veo montada en la esperanza,
en los juegos de columpios,
en el pilla pilla descalza,
ocultándome de mis amigos
para que no me pudieran encontrar.

Pero el tiempo me encontró,
el pilla pilla del tiempo
se fue tornando inclemente...
y él no tiene piedad

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

DESASOSIEGO.


Desasosiego.

Estoy a punto de masticar algo nuevo
algo que me inquieta, madre,
toma mi mano y no la sueltes
le temo a esta novedad.

Con ceño fruncido estoy
esperando lo que se avecina,
mi corazón no para de llorar,
¿¡como le hago madre para dejar de temblar!?
estoy aquí sin haberlo querido
inmovilizada ante los pies
de un nuevo sol que se dice mi amigo.

Pero, ¡le temo madre!
sabes bien que a lo nuevo
siempre le tuve miedo.

Estoy a punto de dejar de
andar caminos, de seguir soñando.

Se me vienen tiempos distintos
pero no sé si quiero vivirlos.

Madre aprieta fuerte mi mano
y hazme sentir que estás conmigo,
que no me dejarás dar este paso
sin antes darme tu beneplácito.

Soy mujer y ya he vivido
pero como nunca necesito tu cariño,

¡Madre, no sueltes mi mano!
hoy más que nunca...
necesito saberte conmigo.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile.

NO JUEGUES CON MI AMOR.



No juegues con mi amor.

Por favor
¡No juegues con mi amor!
cuando tus manos me acarician
siento que me acaricia un extraño
cuando me besas denoto
que en tus besos hay engaño,
cuando me haces el amor siento
que tu mente está en otro lado.

Por favor...
¡No juegues con mi corazón!
hace mucho tiempo que habitas
en su interior y por ser parte
de él presiente que te causa
dolor, el tener que estar
ocultando que ya no me amas,
y ser parte de una traición.

Sé, que me juraste amor
pero si este ya se acabó,
es mejor rendirse a seguir
en esta errónea situación.

Yo, por mi parte aún te quiero
y no me agrada sentir
que no soy yo a quien amas
por las noches y quien está
en tu corazón.

Será mejor que te alejes
y busque cobijo en aquellos
brazos que no son los míos
y son los que tanto estas
buscando, en las largas
noches de invierno inducido,
mientras te congelas a mi lado.

Sabes que hay otro nido
en el que si te sentirás acogido
y tibio, y un cuerpo al que
deseas, porque ya no
necesitas el mío.

Por favor
¡No aletargues más esta situación!
Ven y regálame un ultimo
beso, que tendrá un dejo a dolor.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.Chile.