EXILIADO EN MI CORAZÓN.
No existe el día ni la noche,
que no te piense, y si por
cualquier motivo te quieres
escapar, voy y te traigo
así, insolente, no importando
lo que diga la gente.
Eres pasajero frecuente
en este mundo incierto
que es mi mente, vas y vienes
cuando te place hacerlo,
aparecer y te escondes,
no sé por qué razón, quizás,
tú tampoco lo entiendes.
Pero ahí estás, viéndome
desde un rincón, camuflado
en mi ilusión, quieto, pero
sin decir ni hacer nada,
solo mirándome, como
lo has hecho siempre.
Me pregunto si algún día
pasarás de mi corazón
que es tu guarida, a un
destierro consecuente, y de
allí, al olvido inminente.
Pero...
mientras esto no suceda,
estarás revoloteando
por donde quieras, dando
vueltas y más vueltas,
confundiéndote entre la gente.
No padecer mas, me lo e
propuesto mil veces, pero,
arraigado en mi piel vas
como un magneto, del cual
no me puedo liberar.
Yo...
que aveces no deseo
mirarte, trato de ser ciega,
sorda he indolente, para
no sentir que me haces falta,
y que has acostumbrado
a mi corazón a sentirte,
a buscarte, y a mirarte
cuando emerges de un exilio
inconsecuente.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile
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