viernes, 10 de abril de 2015

LA PRIMERA VEZ.


Del amanecer tuvimos
miedo, no queríamos que
se nos escapara el encanto
de luces titilantes de
estrellas, de brillos de 
una sonrojada luna.
Yo te tomé de la mano,
me aferré muy fuerte a
tu pecho, platiqué con tu
corazón agitado,
estábamos de acuerdo en
no desperdiciar ese momento.
Tus uñas se clavaron en
mi espalda, agazapados
los dos estábamos tratando
de impedir que el sol nos separara
y anulara nuestro
intento de amarnos.
Como hiedra tus brazos me
rodearon, tu cuerpo una
colmena, me abrió de par
en par sus puertas, se ofreció
como el más delicioso néctar
para saciar la sed
de mi boca sedienta.
Rendidos ante los brazos
del pecado, febriles, y
entusiasmados, nos fugamos
hacia la libertad y
galopamos por los collados.
Yo fui secundando tus pasos,
me convertí en prosa, y
escribí en tu carne con
mi boca, una húmeda
canción, que sonará
por largo tiempo.
Ya completos y arrobados
habiéndonos plenamente saciados,
abrimos las ventanas, y
El día...
Sin darnos cuanta había llegado.

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
derechos de autor
Chile.

CALLADOS.



Callados.

Callados...
Amémonos solo con la mirada
dejemos traslucir nuestra alma
y llenémonos de amor y dulzura.
Hagamos temblar la casa
pero no con palabras,
solo de miradas,
internémonos en nuestro ser
y disfrutemos del amor
tan puro que nos une.
¡Sabemos tanto de lo que
a simple vista se ve!
Me conoces, te conozco
y sabemos como reacciona
nuestra piel cuando la recorremos.

Pero esta vez, busquemos
quedarnos en un lugar de
nuestro corazón, viendo como
fluye la sangre cuando estamos cerca,
como salta nuestro pecho
sintiendo este amor inmenso.
Y naveguemos por el torrente
sanguíneo disfrutando de
los espacios donde no llegan
nuestras manos, y sembremos
nuestro amor allí, por si
un lugar se nos ha escapado.

Callados, en silencio, siendo
dos enamorados a los que
no le hace falta tocarse
para demostrarse su amor.

Callados, tan solo con nuestras
miradas, busquémonos
entre la gente y hagámonos
el amor, sin tocarnos.

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.

LA HIEL DE LOS RECUERDOS.


LA HIEL DE LOS RECUERDOS.

Hay un hondo sentimiento
que hieres mi pecho y lo aprieta,
que estruja mi corazón 
sin clemencia, que eriza
mi piel sin consuelo.
Ciento celo de esos dedos
que se enredan en tu cabellera,
siento celos de ese rostro
que se dibuja hoy en tus ojos.
Es tan amargo el trago
que comienzo a beber,
cuando pienso en ti y te imagino
entregando a otra tu querer.
Comienzan de mis ojos a caer
lagrimas que bañan mis mejillas,
y blasfemo por no ser yo,
la que besa con amor tu rostro.
La rabia perturba mi pensar
no me deja ni un instante quieta,
pues no dejo de imaginar,
lo que haría si te tuviera cerca.
Guardo caricias para ti,
besos que a otro no he dado,
latidos de un corazón enamorado,
sentimientos puros que a otro
no he podido entregar.
Levanto la copa y brindo
por la hiel que me estás haciendo pasar,
decidiste olvidarte de mí,
mas yo de ti, no me puedo olvidar.

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.

ENTREGA.


Entrega.

Me entrego a ti y no es de noche
quedará como testigo hoy,
la aurora, del recorrido 
de mi lengua por tu boca,
del planeo de mis dedos
por tu vientre. Sumergida
en la hoguera de tus brazos
tus manos se posan en mi
cintura, llamaradas salpican
los contoneos, que audaces
me invitan a su sensual danza.
Doncella soy y a ti me entrego
de la virginidad de mi piel
serás el dueño, amo y señor
del buque que surque mis mares,
el hombre que conquiste mis planicies.

Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.

COMO UN BUEN MAESTRO.

COMO UN BUEN MAESTRO.

Te quiero en mi cama, libre 
de prejuicios, libre de pretextos, 
con tu mente abierta a 
las fantasías y tu cuerpo
preparado y dispuesto.
Como el más osado hombre,
como el más liberado
escritor de prosas y versos.
Te quiero, llenándome de besos,
cubriendo de caricias mi piel,
haciendo tu labor de un
buen maestro, enseñando
a esta discípula el
teorema del amor,
haciéndome disfrutar de
lo que voy aprendiendo.
Te quiero mío en mente
y cuerpo, liberado de
pensamientos que obstruyan
que tu piel se exprese, como
una gaviota enamorada
del mar, besando mis aguas,
sorbiendo mi sal, creando
versos con tus gorjeos
amándome con ansiedad.
Te quiero en mi cama esta noche
preocupado de hacerme gozar.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.

domingo, 5 de abril de 2015

Amor ¿Te acuerdas de eso?


Amor ¿Te acuerdas de eso?

¿Te cuerdas amor, que todo comenzó con un beso?
Te comencé a mirar, y tú te percataste de eso te sonreí 
y me sonreíste. 
Me armé de valor y fui a tu encuentro, te dije...
¡Hola! ¿que haces?... me miraste sonreíste y me dijiste,
¡Lo mismo que tú! y era cierto, ambos nos mirábamos
y yo, ¡yo! preguntándote eso. Es que no se me ocurrió nada
más en ese momento, estaba como aturdido mirando 

tu rostro angelical 
dignándose a mirar a este humilde mortal. 
No sabes lo bobo que me sentí después de haberte dicho eso, 
pero lo hecho hecho estaba y solo había que ponerle precio.
¡Que noche más corta y que música más pegajosa!
siento hasta el día de hoy como retumba en mis adentros
y hasta se me eriza la piel cada vez que que la recuerdo,
tiene el poder de hacerme volver hasta ese mismo momento,
cuando te vi por primera vez, cuando el amor golpeó 
mi pecho.
Creí que más de una hora no había pasado y ya estaba 

amaneciendo, 
teníamos que despedirnos, alejarnos, y 
no quería eso, tú tampoco lo deseabas amor, por eso
me robaste un beso, un beso que yo no me atreví a darte
pero que deseaba con desespero. Ahí fue, cuando me convertí
en un trovador, en un poeta, y plasme mis letras y mis versos,
en los suaves pétalos de tus labios, tú, mi musa estabas ahí, 
dispuesta a ser el lienzo donde un amor desatado fuese
plasmado.
Y, desde aquél momento, sigo fiel a esa mirada, a ese rostro
tan bello, a esos labios que me liberaron de una muerte
segura, si en esa hora nos hubiésemos separado.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor
Chile.