Amor ¿Te acuerdas de eso?
¿Te cuerdas amor, que todo comenzó con un beso?
Te comencé a mirar, y tú te percataste de eso te sonreí
¿Te cuerdas amor, que todo comenzó con un beso?
Te comencé a mirar, y tú te percataste de eso te sonreí
y me sonreíste.
Me armé de valor y fui a tu encuentro, te dije...
¡Hola! ¿que haces?... me miraste sonreíste y me dijiste,
¡Lo mismo que tú! y era cierto, ambos nos mirábamos
y yo, ¡yo! preguntándote eso. Es que no se me ocurrió nada
más en ese momento, estaba como aturdido mirando
¡Hola! ¿que haces?... me miraste sonreíste y me dijiste,
¡Lo mismo que tú! y era cierto, ambos nos mirábamos
y yo, ¡yo! preguntándote eso. Es que no se me ocurrió nada
más en ese momento, estaba como aturdido mirando
tu rostro angelical
dignándose a mirar a este humilde mortal.
No sabes lo bobo que me sentí después de haberte dicho eso,
pero lo hecho hecho estaba y solo había que ponerle precio.
¡Que noche más corta y que música más pegajosa!
siento hasta el día de hoy como retumba en mis adentros
y hasta se me eriza la piel cada vez que que la recuerdo,
tiene el poder de hacerme volver hasta ese mismo momento,
cuando te vi por primera vez, cuando el amor golpeó
siento hasta el día de hoy como retumba en mis adentros
y hasta se me eriza la piel cada vez que que la recuerdo,
tiene el poder de hacerme volver hasta ese mismo momento,
cuando te vi por primera vez, cuando el amor golpeó
mi pecho.
Creí que más de una hora no había pasado y ya estaba
Creí que más de una hora no había pasado y ya estaba
amaneciendo,
teníamos que despedirnos, alejarnos, y
no quería eso, tú tampoco lo deseabas amor, por eso
me robaste un beso, un beso que yo no me atreví a darte
pero que deseaba con desespero. Ahí fue, cuando me convertí
en un trovador, en un poeta, y plasme mis letras y mis versos,
en los suaves pétalos de tus labios, tú, mi musa estabas ahí,
me robaste un beso, un beso que yo no me atreví a darte
pero que deseaba con desespero. Ahí fue, cuando me convertí
en un trovador, en un poeta, y plasme mis letras y mis versos,
en los suaves pétalos de tus labios, tú, mi musa estabas ahí,
dispuesta a ser el lienzo donde un amor desatado fuese
plasmado.
Y, desde aquél momento, sigo fiel a esa mirada, a ese rostro
tan bello, a esos labios que me liberaron de una muerte
segura, si en esa hora nos hubiésemos separado.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor
Chile.
plasmado.
Y, desde aquél momento, sigo fiel a esa mirada, a ese rostro
tan bello, a esos labios que me liberaron de una muerte
segura, si en esa hora nos hubiésemos separado.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor
Chile.
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