Comenzaré por contarte,
que antes de acostarme
me di un baño de espuma
como a ti te gustaba.
Con mi cuerpo apenas seco
me escurrí entra las sábanas,
te cuento que ellas guarda
el dulce aroma de tu espalda,
Cerré mis ojos y no por sueño
simplemente quería pensarte,
imaginar que estabas a mi lado
y que podía saborear tus labios.
El ambiente era propicio
para imaginar una escena de amor
una obra magistral
loca y llena de pasión.
¿Quieres saber más?...
Mi cuerpo desnudo
te comenzó a extrañar,
con los ojos bien pegados
imaginé que me intentabas amar.
Mi boca comenzó a paladear las sensaciones
que me provocaba el pensar,
seguí la ruta que mis dedos
comenzaban a explorar.
Me mordí los labios
estrujé mis pechos sin parar,
se me escapo una mano
que quiso otro sitio viajar.
Me preparé para sentirte
buscando encontrar cobijo
en la gruta de mi placer...
Volví a sentirte otra vez
no eran mis manos, si no las tuyas
las que me arrancaban gemidos
palabras gruesas, jadeos,
muchísimos ¡más! ¡más!
¡hay que placer tan infinito!
ya no podía parar.
Se me había espantado el sueño
y todo gracias a ti,
me olvidé del mundo y de la hora
necesitaba imperiosamente seguir...
No sé si quieres saber más
pero te contaré igual...
Me gustó tanto
como apaciguaste mis caderas
cuando te decidiste a penetrar,
en el volcán de mi vientre
y regalarme un placer total
Debes saber que fui ¡tan tuya!
como no te puedes imaginar,
que cabalgué como potra salvaje
por los prados de tu cuerpo
que se tendían abriéndome paso.
Tiritando y absorta
sin importar si los demás me oían,
teniéndote dentro lancé extasiada
un hondo gemido, vertías en mí
tu lava candente, fue imposible no gritar,
fuiste todo mío, mío:
Muy mío...
Los sueños se repiten cada vez que no te tengo
me obligan a imaginarte haciendo
lo que anteriormente te cuento.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
