Tú eres el culpable.
No me culpes por favor
no soy dueña de mis actos,
la culpa la tienes tú
por acercarte tanto.
No me mires asombrado
ni te sientas atontado
puedo parecer enajenada
pero estoy enamorada.
Que no te inquiete mi actitud
ni estés a punto de escapar
juro que no te sentirás tan mal
si descifras lo que hay en mí.
Yo no responde de mí
si te acercas tanto tanto,
mira que no soy un maniquí
soy de carne y hueso y me activa tu tacto.
¿Me podrías recriminar
o decirme que hago mal
al dejar a mi cuerpo balbucear
sobre las cosillas que está sintiendo?
Creo que no, porque no estaría bien
después de activar mis emociones,
decir que "te lavas las manos"
y que responda "yo" por mis acciones.
Espero comprendas mi actuar
y lo que te digo sin hablar,
pero si no lo lo vas a acepar,
¡aléjate! y no me acaricies más.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
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