Metamorfosis emocional.
Me dijiste que nuestro tiempo
había acabado, que
pasaba a ser historia
todo lo que juntos pasamos
y que nuestras vidas deben
seguir, pero, separadas.
No advertí dolor en ti,
ni un minúsculo rastro
de estar apesadumbrado.
Fue fácil para ti decir adiós,
hasta aquí llegamos, todo
entre los dos se ha acabado.
No podía creer que el hombre
que más amaba, hubieses
cambiado tanto, convertido
en un desalmado, clavaba
una daga en mi pecho,
me hería de forma mortal,
ponía un alto a mi dicha,
y me sumergía en un dolor fatal.
Tus ojos pudieron ver, a
una mujer desvalida, a
una gaviota sin mar, a
una gata sin un amo
que le hiciera cariño,
perdida en un mundo extraño
sin cobijo ni abrigo.
Así me abandonaste
tirada en el camino
sin rumbo fijo y sin destino,
herida, moribunda, sin
esperanza de encontrar alivio.
De pronto mi escarpado
camino se llenó de flores
hermosas, cuando el sol
a visitarlo vino.
Desde lo alto le sonrió feliz,
le dedicó cada destello
y lo abrazó con su calor,
le dijo que no fue lástima,
simplemente fue el amor
el que lo llevó a su lado,
el que se dio cita con él.
Ya no lloro por tu desamor,
mucho menos porque me hayas
dejado, ahora doy gracias a Dios;
Tú ya fuiste, te he olvidado.
había acabado, que
pasaba a ser historia
todo lo que juntos pasamos
y que nuestras vidas deben
seguir, pero, separadas.
No advertí dolor en ti,
ni un minúsculo rastro
de estar apesadumbrado.
Fue fácil para ti decir adiós,
hasta aquí llegamos, todo
entre los dos se ha acabado.
No podía creer que el hombre
que más amaba, hubieses
cambiado tanto, convertido
en un desalmado, clavaba
una daga en mi pecho,
me hería de forma mortal,
ponía un alto a mi dicha,
y me sumergía en un dolor fatal.
Tus ojos pudieron ver, a
una mujer desvalida, a
una gaviota sin mar, a
una gata sin un amo
que le hiciera cariño,
perdida en un mundo extraño
sin cobijo ni abrigo.
Así me abandonaste
tirada en el camino
sin rumbo fijo y sin destino,
herida, moribunda, sin
esperanza de encontrar alivio.
De pronto mi escarpado
camino se llenó de flores
hermosas, cuando el sol
a visitarlo vino.
Desde lo alto le sonrió feliz,
le dedicó cada destello
y lo abrazó con su calor,
le dijo que no fue lástima,
simplemente fue el amor
el que lo llevó a su lado,
el que se dio cita con él.
Ya no lloro por tu desamor,
mucho menos porque me hayas
dejado, ahora doy gracias a Dios;
Tú ya fuiste, te he olvidado.