Yo lo llamaba, Mi primavera.
Es que era como el primer rayo de sol
como el más aromático clavel
El era tan hermoso
nada se igualaba con él.
Yo le quería tanto
solo vivía para él
Su mundo era mi mundo
nada tenía sin él.
Cruel destino el mío
envidia les causó mi reír
No soportó verle a mi lado
y me lo arrebató con desdén.
Después de mirar un cielo estrellado
después de ser feliz junto a él
El sol no traspasa las nubes
y chubascos mojan mi piel.
Yo le llamaba, mi primavera
por su cabello castaño,
por su piel morena,
por sus labios rojos
por el verde de sus ojos.
Por envidia o por antojo
la vida me negó la dicha
De estar unida a él
hasta que mi piel se envejeciera.
Me arrebató a mi primavera
se llevó lo más bello que tenía
Y sumida en el tormento más profundo
me dejó viviendo, en este
desgraciado mundo.
Con un nudo en la garganta
y con humedecidos ojos
miro sola las estrellas
con el deseo de que sea él
quien desde el cielo me está mirando.
Y con un angustiado pecho le reclamo
por qué tarda en venir a buscarme
si se da cuenta de lo mucho
que lo extraño.
Que nada es lo mismo
que no existen
para mí primaveras,
porque se marcharon con él.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 27/09/2014.
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