Amanecí con ganas de
sentirte dentro mío, con
la piel enardecida.
¡Amanecí con ganas de amarte!...
La lujuria me invade,
se me encrespan los pelos,
se me seca la garganta,
y un escalofrío
recorre todo mi cuerpo.
¡No sabes como te deseo!
Quisiera tenerte hurgando
en mi cuerpo, llenándome
de tu amor, entregándome
tu hombría, el magma
de tu interior, quisiera...
Quisiera sentirme explorada,
conquistada, domada,
que doblegas mi territorio
indómito y lo haces tuyo,
como si fueses el primero
que a pisado estas tierras...
Pasan las horas, la mañana
avanza, y yo aquí, sigo
intentando calmar este cuerpo
que no se quiere quedar quieto,
hasta que tú no llegues
y lo calmes con tus besos.
¡Oh! ¡No sabes cuanto te deseo
y cuanto te necesito!
daría lo que fuera
porque estuvieras aquí
compartiendo mi cama,
calmando mi fuego.
¡Te necesito aquí!
Mis manos no dan abasto,
intento pero no puedo
apagar estas llamas que
se avivan con tu solo recuerdo.
Es que, recordar tu piel morena,
tus labios rojos, esos ojos
de león furioso tratando
de atrapar su presa, lo
exitoso que te ves, cuando
me observas rendida, atrapada,
y dispuesta a ser tu mujer,
Es que tú me brindas el placer,
es que, solo tú llenas a esta mujer,
la complaces y la haces enloquecer.
Es que cada espacio de mi piel
tiene tu nombre, lo has escrito
con tus labios que me han sabido recorrer.
¡Estoy enardecida!
¡Ven, no me tortures mas!
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
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