jueves, 22 de enero de 2015

MUJER.


Recatada, toda una dama
atareada por los quehaceres 
del hogar, sumisa esposa, 
toda una señora.

¿Que secretos guarda tu alcoba
cuando al cerrar la puerta
solo eres mujer, y 
una fogosa amante?

Nadie ve más allá de tu 
silencio, cuando vas a la feria 
de compras, con tacones bajos 
y un vestido que cubre 
tus piernas. Nadie sabe como 
tu cuerpo se expresa, 
ni como arde tu sangre, 
en una modesta pieza.

Tu mirada profunda, 
no deja ver, la excelente 
amante que eres entre 
cuatro paredes, cuando 
te sueltas el pelo y lo 
alborotas, dejándolo caer
sobre tus hombros.

Nadie imagina que esos 
labios rojos crean magia 
con un beso, ni que tu lengua 
naufraga dentro de otra boca, 
que la recibe deseosa.

Recatada mujer, ardiente 
amante, solo la noche, 
y tu fiel alcoba saben
lo que con tu cuerpo haces,
como te transformas al cerrar
tras de ti una puerta,
dejando libre a la mujer
que siente, ama, y goza.

Eres tú, señora esposa
mujer, como cualquier otra
la que celosa guarda 
compostura, delante de 
la gente, evitando que 
la tilden de indecente.


Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 2014.


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