De sus ojos brotaba el manantial más puro
aguas cristalinas que retaban toda locura...
Hasta miel perdía su dulzor,
hasta la flor perdía sus encantos,
hasta lo blanco parecía impuro ante ellos.
La vida sintió celos, y no descansó
hasta verlos contaminados
con la pobreza del corazón del ser humano.
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Derechos de autor.
Chile.
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