De niña a mujer.
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Se cruzó mi primavera
con tu cálido otoño,
cayeron sin pensar mis miedos,
tu seguridad los estaba calmando.
De pronto me vi paseando
en una hermosa vía láctea,
serpentinas fueron tus manos,
en mis caderas apretando.
Miles de estrellas alumbrando el camino,
no aparecía ningún nublado,
de celeste se vistió mi cielo
cuando tú me ibas besando.
Como una virgen flor me abrí
sin lamentaciones ni quebrantos,
mis pétalos lozanos te ofrecí,
mis olores y mis encantos.
Como potra salvaje
por tus manos fui domada,
te adueñaste de mi cuello,
de mi boca, de mi espalda.
Resuelta a disfrutar de la vida
me despojé de mi niñez
y emprendí el viaje contigo,
para encontrarme con la mujer.
A mi sexo conquistaste
y plantaste allí tu bandera.
Te sentí en mis entrañas
galopante- titilan-te,
buscando afanosa-mente mi río
para juntarlo con tus mares.
No hubo robo- ni ladrón
No hubo culpas- ni un culpable,
todo es arte del amor,
y el sexo es su mejor parte.
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Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
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