Eterno enero de dolor.
-
Tú elegiste marchar
una fría tarde de enero,
te echaste a la mar
en brazos de otro velero.
Que fue por querer probar
algo diferente, algo nuevo,
y al poco tiempo de avanzar
ya me echabas de menos,
solo y triste me quedé
sin encontrar consuelo.
Muchas veces regresé a la playa
con la esperanza de que el mar
me hubiera devuelto lo que era mío,
pero lo que recibía era hambre y hastío,
gotas de agua que salpicaban mi rostro
y me dejaban gusto a sal
y un corazón más roto.
-
Que dura se me hacía la vida
que inmenso se me hacía el mar,
recorrer las calles con las manos vacías,
acompañado de la soledad,
luchando por dar un paso
sin que doliera avanzar.
En esta hora
quizás estés mirando la luna
tal cual lo estoy haciendo yo,
recordando y suspirando
mordiéndote los labios de dolor.
Es posible
que me busques entre las estrellas,
como muchas veces lo hice yo,
y a la que decidió fugarse
le estés rogando un favor.
Posiblemente me estés llorando
como aún te lloro yo,
porque me extrañas demasiado,
tanto, como te extraño yo.
-
Para no sentir este dolor
que se ahonda cada vez más en mi pecho
he decidido decirle adiós
a este profundo sentimiento.
Aunque se me parta el alma
y a jalones me arranque la piel.
Sacrificaré mi corazón
hasta que suelte esta costumbre
de estar extrañando tanto,
y quererte siempre ver.
-
Esparciré los pétalos de rosa
que se secaron en mi cuaderno,
los lanzaré al mar
para que no vuelva este sentimiento.
Y me escucharás gritar
allá a lo lejos donde te encuentras:
¡Por favor no vuelvas más,
no me obligues a estar sufriendo!
-
En contra de mi sentir he luchado
desde el mismo momento
que me vi abandonado y a la deriva,
en un mundo incierto y oscuro
que me causaba mucho miedo.
Me he armado de valor
y lamento el dolor
que pudieras estás sintiendo,
pero por una equivocación,
pagas esta vez sufriendo
tal como sufrí yo
ese invernal enero,
donde el sol no brilló
por tiempo que se me hizo eterno.
-
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario