Te soñé.
Soñé contigo,
dulcemente te movías
en el vaivén
de mis alucinaciones.
Como una veleta
te internaste en mis mares,
me recorriste,
me conociste.
Buscabas un puerto
donde encallar,
y ahí estaba mi cuerpo,
dispuesto,
un mar sosegado
alterado por tus dedos
que imprudentes
buscaban la ruta a seguir.
Tú, una veleta
dominando mis aguas,
enamorando sus hondas
me invitabas a bailar
al son de de las marejadas.
Delicioso fue sentir
como esas aguas
me bañaban,
como me dabas
la seguridad
para internarme
cada vez más.
Te soñé,
y aún puedo sentir
el calor de tu piel,
tus manos recoriéndome
sin quererse detener
deseosa de llegar
a la veta del placer,
al punto
donde explotan mis emociones,
donde te das cuenta
de que me siento feliz como mujer,
donde adquieres la certeza
de que lo has hecho bien.
Te soñé,
y quiero volverlo a hacer.
Es mi placer culpable
desear volverte a tener,
sosegando
mis alborotadas aguas.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor.
Chile.
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