sábado, 27 de junio de 2015

LA REALIDAD MAS HERMOSA.


LA REALIDAD ES MAS HERMOSA.


Estaba cansada, había tenido un día de mucho trabajo, 
los niños la escuela, la comida, y al final del día, prepararme 
para un marido que me necesitaba fresca y deseosa como él 
acostumbraba. 
Ese día no me sentía con ganas de complacer los deseos de 
mi marido, tampoco para complacer los pedidos de mis hijos: 
Total ya había terminado las labores del hogar, todo estaba limpio 
y en su correspondiente lugar, los niños bien comidos y casi en 
la hora de irse a la cama: Conversé por un rato con mi marido,
me serví un trago y vi televisión. Todos parecieron entender 
mi deseo de tener un momento de calma solo para mí, así que
uno por uno me dieron las buenas noches y se fueron a sus 
respectivos dormitorios. 
Después de darme un baño, de ponerme una camisola que 
mi marido me había regalado y la que hacía tiempo no usaba, 
por ser para mi edad,(según pensaba) muy provocativa por 
lo transparente y corta, me propuse descansar escuchando 
música romántica de los 80, que es la que me gusta.
Había quedado entre paréntesis sola, ni una mosca se sentía 
volar en casa, respiré profundo, oxigené mis pulmones con 
tranquilidad, y me recosté en el sofá del salón. El vaso de licor 
que tomé parece que hizo su efecto además del cansancio que 
sentía. Sin advertirlo me dormí en un ambiente cálido frente 
a la chimenea.
Al poco rato de cerrar mis ojos, se dejaron caer los fantasmas 
de mi mente. (Tiempo atrás había escuchado decir al doctor 
con el que me atendía, que los sueños son impulsados por los 
deseos de nuestro subconsciente) nunca pensé que tenía tanta 
razón hasta aquella noche. Mi mente se comenzó a sumergir 
en un bello acontecimiento, volvía a ser una mujer libre y joven 
la que no le debía explicaciones a nadie, como tampoco 
obligaciones.
Soñé con un personaje que me hacía sentir especial, amada
en todo el contexto de la palabra, con un momento muy 
romántico, con un hombre que solo mis fantasías podían 
hacer real. Estábamos los dos en un momento muy intimo, 
donde él exploraba mi cuerpo, y yo desinhibida, me entregaba 
a los placeres que me brindaba. Mi cuerpo disfrutaba de un 
goce exquisito, del recorrido de unos húmedos labios, de unas
manos que me exploraban de punta a punta, y yo, atrevida
acariciaba su piel tostada, su masculinidad, y con unos besos
de enardecida mujer que encendían más la pasión, mordía 
sus labios como queriendo llenar mi estómago con su roja 
carnosidad. Ahí estaba yo, disfrutando de sus manos, de 
la fricción de su cuerpo contra el mío, saboreando sus salvajes 
embestidas, gozando al sentir como entraba en mi cuerpo, 
como llenaba mi caverna con su carne ardiente y con la 
dilatación de sus venas.
Mi inconsciente, consciente de que solo era un sueño,
se negaba a abandonar ese fantasioso momento. De a
poco su respiración fue cambiando, sus manos comenzaron
a ser muy conocidas, su vos aunque distinta me infundía
más confianza y tranquilidad. De pronto como si estuviese
saliendo de un túnel muy oscuro, comencé a distinguir mejor
su rostro. El sueño se terminó cuando me dijo que me amaba
y que seguía siendo una espectacular amante. Se veía cambiado
por los años, pero seguía siendo el hombre, el mismo hombre
del que me enamoré y mi compañero desde hace más de 
25 años, y eso para mí, fue,
LA REALIDAD MAS HERMOSA.
No sé si fue el trago o el cansancio, pero de lo que estoy segura
es que tengo a mi lado a un hombre capaz de hacerme feliz,
y a un espectacular amante.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor.
Chile.

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