Gula.
Mientras te pienso
Mis mejillas pálidas comienzan a adquirir color
mis labios un rojo intenso
mi pecho comienza a latir de nuevo.
Comienzo a pecar sin premeditación,
un aire encantador oxigena mis pulmones,
llueven del cielo pétalos perfumados de amor
es tu cuerpo la tierra prometida
donde expiaré mis sórdidos pecados.
Es en el Edén de tus brazo
donde encuentro mi alimento,
donde puedo quitarle el calor
a mi mente que se va pervirtiendo.
Peco contigo y soy feliz al hacerlo
bebo segura de la fuente que me estás ofreciendo,
me quemo en la hoguera que han encendido tus manos,
por la ambición y por la gula,
que me despierta tu cuerpo.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor.
Chile
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