el que me escribía versos,
el que me hacía soñar
con sus coplas de hombre viejo.
No era tanta su edad
pero escribía como un grande,
su vida, su vida decía,
no había sido buena
lamentaba eternamente su penar,
y su agotado caminar.
Me dijo que al aparecer yo,
una mujer entre tantas
cantándole bellas notas,
contándole cuentos en estrofas
lo hice alucinar,
y soñar con ser un galán.
Regalo me amor con sus letras
fue mi D´artagnan, todo un señor feudal,
enamorando a su princesa.
Fui su inspiración, fui su musa
la luna que por las noches él miraba,
la estrella que acariciaba
con sus dulces y tiernas letras.
Sabía mantenerme presa,
embelesada con sus rimas,
como una adolescente entre rejas.
Hicimos una dupla singular,
fusionando nuestras letras,
cuando me llamaba amor
quedaba como una lesa.
De pronto todo acabó
nos tuvimos que decir adiós,
porque enamorarnos así
nos trajo tribulación.
Hoy, cuando de paso lo leo
vuelven a mi mente esos instantes,
siento que se abre la herida,
jamás podrá sanarse.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
derechos de autor
Chile
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