Seremos al caer la noche
dos cuerpos que arden en un
mismo fuego, dos bocas que
se juntan para paladearse,
nuestros cuerpos serán dos rutas
a seguir, para ser exploradas.
No nos cansaremos, bregaremos,
ambos por nuestros mares, tratando
de encontrarse en un mismo cielo.
Con el olor de nuestra tierra
mojada, se acrecentaran
las ganas de seguir sembrando,
mis manos acariciarán
tus pastos, las tuyas subirán
por mis montañas, y en la
cúspide del deseo, los dos
bajaremos al poso tibio
y sereno donde beberemos
hasta quedar saciarnos.
Saldrá el sol y nos quemará,
luego una lluvia torrencial
nos bañará pero no
apaciguará el calor
que habrán dejado nuestros dedos
al regalar sus pinceladas
a nuestros cuerpos.
Nos privaremos de las palabras
solo el murmullos y el latir
de nuestros pechos
crearán un suave y dulce
concierto, que nuestros oídos
degustarán por largo momento.
Situados allí, donde el volcán
hará su estallido, estarán
fusionada nuestras pieles
para luego gozar de algo divino.
Perfumados de rosas y
amapolas, caeremos
rendidos sobre unas sábanas
que habrán sido testigos
de como nuestros cuerpos se suelen
explayar cuando están unidos.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
dos cuerpos que arden en un
mismo fuego, dos bocas que
se juntan para paladearse,
nuestros cuerpos serán dos rutas
a seguir, para ser exploradas.
No nos cansaremos, bregaremos,
ambos por nuestros mares, tratando
de encontrarse en un mismo cielo.
Con el olor de nuestra tierra
mojada, se acrecentaran
las ganas de seguir sembrando,
mis manos acariciarán
tus pastos, las tuyas subirán
por mis montañas, y en la
cúspide del deseo, los dos
bajaremos al poso tibio
y sereno donde beberemos
hasta quedar saciarnos.
Saldrá el sol y nos quemará,
luego una lluvia torrencial
nos bañará pero no
apaciguará el calor
que habrán dejado nuestros dedos
al regalar sus pinceladas
a nuestros cuerpos.
Nos privaremos de las palabras
solo el murmullos y el latir
de nuestros pechos
crearán un suave y dulce
concierto, que nuestros oídos
degustarán por largo momento.
Situados allí, donde el volcán
hará su estallido, estarán
fusionada nuestras pieles
para luego gozar de algo divino.
Perfumados de rosas y
amapolas, caeremos
rendidos sobre unas sábanas
que habrán sido testigos
de como nuestros cuerpos se suelen
explayar cuando están unidos.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
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