FUISTE MÍO.
Fuiste mío, parte de mí,
un pedazo de mi alma.
Te dejaste caer como fresco rocío
sobre una tierra sedienta
sobre una árida piel
que necesitaba cariño.
Fuiste mío y te disfruté,
con ansias te devoré,
hasta quedar completamente saciada,
la gula se apoderó de mí
y cada vez que desnudo te vi
mi boca, mis manos, precisaban
de ti, y del calor que solo
en tu piel encontraba.
Fuiste mío, parte de mí
cuando nos fusionábamos,
cuando ejecutábamos
lo que nuestra mente imaginaba.
Fuiste mío y fui feliz,
cuando tu piel sació mi piel,
cuando tu boca sació mi boca,
cuando tu lujuria, sació mis ganas.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.
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